Muchas personas van acumulando diferentes cosas como muebles, adornos, juguetes, ropa, etc., por diversas razones. Algunos tienen colecciones de figuras de acción, aeromodelismo, sellos y hasta piedras o envolturas de golosinas; esto puede decirse que es placentero, siempre y cuando la persona sea capaz de elegir lo que preservará o no. Si la persona pierde el control de la situación puede convertirse en un serio problema.
Con frecuencia la persona que acumula cosas se escuda en la frase «puedo necesitarlo después» y es posible que caiga en un desorden de conducta. Cuando la situación ya es un problema se nota que muchas de las pertenencias que acapara son inútiles, como por ejemplo cajas vacías, cosas dañadas, baterías usadas, etc.; entonces, el hogar se convierte en un caos en el que puede hacerse difícil vivir.
Con esto no se quiere decir que un coleccionista es un acumulador compulsivo, pero si no se tiene cuidado con ese hobby, podría pasar a ser otra cosa. Para muchos ordenar y desechar artículos es desagradable y evitan hacerlo; sin embargo, de no hacerlo, el desorden se hace más grande y junto con ello crece la pereza por recogerlo. Vivir en un ambiente de este tipo puede dar ansiedad, depresión o inconvenientes para socializar.
Diferencias entre un coleccionista y un acumulador
- Un coleccionista analiza sus compras, como definiendo un presupuesto o imponiéndose un límite para los gastos; mientras que un acumulador desarrolla un apego emocional tan fuerte que sobrevalora los objetos, por eso se le hace tan difícil desprenderse de los mismos.
- Si al coleccionista le gusta algo, investiga cuál es el mejor lugar para adquirirlo y determina en qué momento hacerlo. Por su parte, el acumulador lo compra o recoge donde sea que lo consiga (no le importa si está en la basura de alguien), aun siendo algo que ya tiene o no necesita.
- Los coleccionistas al no tener cómo comprar lo que desean, esperan sin problema a juntar lo necesario; por el contrario, el acumulador se desespera por tenerlo y busca la manera, aunque sea optando por malas ideas.
- Quien colecciona disfruta, sabe qué es lo que tiene y el porqué de tenerlo. Un acumulador es incapaz de clasificar sus pertenencias y no distingue lo realmente valioso de lo que no lo es.
Es preferible no llegar al extremo de ser un acumulador, dejar de lado la pereza y cada cierto tiempo revisar las cosas guardadas y prescindir de lo que no es de utilidad. Podría incluso sacarle provecho vendiéndolas en línea. Entrando a https://anunciosmixtos.com/ puede publicar sus artículos de manera gratuita y en pocos pasos.