¿Cómo triunfar ante las pesadillas?

Las pesadillas son muy normales y no tendrían que significar nada preocupante. Por ejemplo, soñar con arañas podría estar relacionado con el miedo que tenemos ante los arácnidos, pero poco más relevante.

Los expertos han concluido que la mayoría de las pesadillas se producen en la fase REM de nuestros sueños. Es una fase claramente reconocible, identificada por el movimiento rápido de nuestros ojos. Ahora bien, es importante distinguir entre pesadillas y terrores nocturnos; estos últimos son poco habituales y se producen fuera de la fase REM.

Por lo general, una pesadilla es una manifestación de toda la tensión que acumulamos en nuestra vida. Empiezan a manifestarse en torno a los 9-10 años y son más habituales cuando somos pequeños.

¿Qué causan las pesadillas?

  • Inseguridad: Son comunes en personas nerviosas o que presentan algún tipo de inseguridad.
  • Fragilidad: Si estamos en una etapa en la que nos encontramos frágiles y vulnerables, también es común que se presenten pesadillas.
  • Ansiedad: La ansiedad también puede ser el desencadenante de que se produzcan pesadillas.
  • Alcohol: El alcohol podría distorsionar tu realidad hasta el punto de afectarte, creando pesadillas.
  • Traumas: ¿Has sufrido recientemente un episodio traumático, o hace tiempo y no has conseguido pasar página? También podrían ser el detonante de pesadillas.
  • Factores ambientales: Algunos factores ambientales podrían producir pesadillas, como es el caso del ruido que viene del exterior. Por ejemplo, si te llaman por teléfono mientras duerme, el ruido se puede percibir de manera diferente y producir pesadillas.
  • Síntomas de enfermedad: Algunos síntomas de enfermedades, como la fiebre, pueden producir pesadillas.

Controlando tus pesadillas

Existen algunos hábitos sencillos que puedes llevar a cabo para controlar tus pesadillas. A esto se le conoce como higiene del sueño y aquí tienes algunos consejos para evitarlas:

  • Horario: Lleva siempre la misma rutina. Procura, en lo máximo posible, acostarte y levantarte con el mismo horario.
  • Cuidado con las comidas copiosas: Deberías cenar siempre ligero, ya que de esta manera no tendrás digestiones complicadas y será más difícil tener pesadillas.
  • Evita el consumo de estimulantes como el café, drogas o fármacos.
  • Ejercicio: La actividad física podría mejorar la calidad de nuestro sueño, pero es importante que esa sea moderada. Si no lo es, podemos estar demasiado activos, y esto afectará a la calidad de nuestro descanso.
  • Ejercicios de relajación: Son fáciles de llevar a cabo y perfectos para mejorar la calidad del sueño. Si estamos ansiosos, nerviosos o tenemos algún que otro problema emocional, podemos probar a llevarlos a cabo.
  • Baños: Si tienes bañera, puedes llenarla y darte un baño relajante. Cuanto más caliente esté el agua, mejor.
  • Si hay mucho ruido en el ambiente, puedes utilizar tapones especiales para que nada perturbe tu sueño.
  • Baja las persianas por completo para que tu mente pueda identificar que, efectivamente, es de noche. Cualquier luz, directa o indirecta, podría ser el detonante de una pesadilla.

Y si, aun siguiendo todas estas indicaciones, las pesadillas persisten, busca a un psicólogo que te pueda ayudar a evitar estas pesadillas.