La caja de cambios

La vida útil de la caja de cambios puede ser tan duradera como la del coche; por lo general, no requiere de demasiadas reparaciones si se le da el debido mantenimiento. De este componente depende que el sistema de transmisión no se desgaste con rapidez, ni que perjudique de alguna manera al motor.

Mientras se cumpla con las revisiones regulares, no se fuercen los cambios de marcha y el nivel de aceite sea el adecuado, entre otras medidas de cuidado, no será necesario reemplazarla. Sin embargo, son muchas las averías a las que esta pieza se expone contantemente.

Una de las señales de las cuales debe estar muy atento es si percibe olor a aceite quemado, el cual sucede cuando la transmisión se sobrecalienta. Los lubricantes como la valvulina y el líquido de transmisión, además de su función principal, se encargan de mantener la temperatura controlada; hay modelos de coches que agregan un radiador para que el aceite se enfríe y así contribuir a disipar rápido el calor.

Si ese pequeño radiador se daña, o el nivel del líquido desciende demasiado, el olor a quemado es bastante probable que provenga de la caja de cambios. Cuando esto sucede debe cerciorarse de que no existan otros elementos averiados, y cambiar el líquido según la cantidad y el tipo que especifica el manual de usuario del coche.

Caja manual o mecánica

Aunque algunos prefieren las automáticas por ser más cómodas, son muchos los que se decantan por las manuales por el poder de respuesta que tienen. Las fallas que puede presentar una caja de cambio depende del uso y abuso que se le haya dado, sus averías pueden resumirse en tres apartados:

Bloqueo en el cambio de marcha: dos bolillos de seguridad se encargan de bloquear el acceso de la marcha para que no entren dos a la vez. Si ellos se desgastan se quedaría atascado el eje secundario por estar dos marchas juntas haciéndolo girar a distintas velocidades. Para solucionarlo habría que colocar los bolillos nuevamente a la caja.

Ruido intentando meter una marcha: puede que sea desajuste del embrague, lo usual es tensar el cable del mismo y apretarlo de nuevo en el tope.

Problemas para la entrada de las marchas: probablemente sea el mando mal ajustado y, al igual que el caso anterior, si no se lubrica el varillaje de accionar el cambio, se alinea y aprieta.

Si los problemas persisten puede que sea una avería interna, ello conlleva a desmontar la caja para una revisión completa. Los gastos serían menos adquiriendo piezas de segunda mano en despiecesdecoches.es, solo hay que completar el formulario con la información requerida y en poco tiempo se recibe el presupuesto.